Escoger el camino de la docencia para convertirse en maestro es, sin duda, una decisión nada fácil, teniendo en cuenta que se trata de un trabajo mal remunerado, poco apreciado y de inmensa responsabilidad. Más que una profesión es una vocación. Por ello:
- No es maestro quien se dedica a la enseñanza porque otras oportunidades no se materializaron y necesita trabajar en algo.
- No es maestro quien no está dispuesto a comprometerse 100% con sus estudiantes, su colegio, su comunidad.
- No es maestro quién no está convencido de que puede realizar su trabajo bien, quien no esté dispuesto a ser un agente de cambio positivo y compartir con sus alumnos un proyecto de vida en busca de un mundo mejor.
- No es maestro quien no piense que su ejercicio de la docencia hará la diferencia.
Enseñar no es un trabajo, es una forma de vida. Maestro es quien disfruta de la maravillosa experiencia de enseñar cada día junto a sus alumnos y, mientras lo hace piensa que él puede ser gestor del cambio en sus vidas.
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